Actualmente, el mercado inmobiliario presenta una tendencia moderada a esperas de una caída en operaciones de compraventa y precio de éstas; todo ello, envuelto en un contexto caracterizado por la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo y, por ende, por un encarecimiento de las cuotas hipotecarias.
Con todo ello, cabría preguntarnos, ¿Qué futuro nos espera en el sector inmobiliario? ¿Existe riesgo de que esta situación desencadene en la temida burbuja inmobiliaria?
Pues bien, para dar respuesta a dichas cuestiones deben atenderse las fases del mercado inmobiliario; las cuales, se distinguen en cuatro etapas: la primera etapa, denominada “Fase Pico” se caracteriza por un incremento del numero de transacciones, paralelo, a un incremento del precio de las mismas; la segunda etapa, denominada “Fase de corrección” distinguida por la reducción del número de transacciones pero el continuo incremento de precios; la tercera etapa, “Fase de depresión” marcada por un paralelo descenso en número de transacciones y precios; y, por último, la cuarta etapa “Fase de recuperación” donde encontramos un incremento de número de transacciones frente a una bajada de los precios.
El contexto actual responde a la segunda etapa, nos encontramos en un momento de corrección del mercado inmobiliario, en el que se ha dado un descenso en el número de operaciones de compraventas, en paralelo a un incremento de los precios caracterizado por el contexto bancario que comentábamos al principio.
Ahora bien, el riesgo de concluir en una burbuja inmobiliaria, actualmente, sigue siendo un riesgo y no una realidad. Es cierto que el alza de la compraventa, el aumento de las hipotecas, el contexto inflacionista o la situación marco inquietan el ámbito inmobiliario, pero no resultan suficientes, según los análisis, para decretar una burbuja inmobiliaria como la vivida en 2008; para ello debe darse un elevado crecimiento y sobrevaloración del precio de la vivienda, un endeudamiento de los hogares, pero, también, un aumento del crédito hipotecario con la relajación de las condiciones para conceder los préstamos; algo, que actualmente no se está produciendo.
Con todo ello, los recientes cambios en las condiciones bancarias, así como la subida del Euribor ha provocado que las propias entidades financieras varíen las condiciones de concesión de crédito y se haga más complejo acceder a la vivienda; se han encarecido las hipotecas fijas, las cuales dan mayor seguridad, mientras se abaratan las variables. Sin embargo, el mercado inmobiliario actual queda muy lejos del escenario que desencadenó la anterior recesión económica española; aún así debemos prestar atención a la evolución que vaya experimentando el sector de la vivienda con las actuales circunstancias.